Los vasos de cubierta del microscopio son piezas de vidrio delgadas y transparentes que se usan para cubrir muestras en los portaobjetos del microscopio, proporcionando una superficie plana y uniforme para ver debajo de un microscopio. Típicamente hechos de borosilicato de alta calidad o vidrio de lima de soda, los vasos de cubierta son fabricados con precisión para ser excepcionalmente claros y libres de defectos que podrían interferir con el examen microscópico. Vienen en varios tamaños y espesores, con los tamaños más comunes de 18 mm por 18 mm o 22 mm por 22 mm, y espesores que van de 0.13 mm a 0.17 mm (clasificado como No. 1 o No. 1.5). La función principal de un vidrio de cubierta es proteger la muestra y mantenerlo en su lugar al tiempo que proporciona una ruta óptica óptima para que la luz pase, asegurando imágenes claras y detalladas. Esto es especialmente importante en la microscopía de alta magnificación y inmersión en aceite, donde incluso las desviaciones menores en el grosor pueden afectar la calidad de la imagen. Además de proteger la muestra, las gafas de cubierta evitan que la lente objetivo entre en contacto directo con la muestra, lo que ayuda a evitar daños tanto en la lente como en la muestra. Se utilizan en diversas aplicaciones, incluida la histología, la citología y la microbiología, donde la visualización precisa y detallada de células y tejidos es crucial. La selección cuidadosa del tamaño apropiado y el grosor de las gafas de cubierta mejoran la precisión y confiabilidad de las observaciones microscópicas, lo que los convierte en un componente vital en la microscopía de laboratorio.
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